El Tribunal de las Aguas resuelve los conflictos
que tienen los labradores con el uso del agua
para regar sus huertas y tierras.
Se sigue celebrando igual que hace mil años.
El tribunal lo forman 8 labradores
que son elegidos cada 2 años por el resto del grupo.
Visten la camisa negra típica de la gente de huerta
y se sientan en círculo
en la Puerta de los Apóstoles de la Catedral de Valencia.
Utilizan sillones de cuero y de madera del siglo XVII (17).
Es la única estructura legislativa que sigue funcionando
de todas las que creó el Rey Jaime I.
Los árabes ya utilizaban esta manera de resolver conflictos
antes de Jaime I, pero él la hizo parte de la ley.
Los labradores hacen justicia hablando en valenciano
y sus decisiones no se pueden cuestionar.
La forma y la rapidez con la que resuelven los problemas
hace que el Tribunal sea un modelo a seguir en todo el mundo.
El Tribunal hace su función en público,
los jóvenes universitarios y visitantes extranjeros
suelen acercarse a verlo con curiosidad.

Imagen. En la puerta de los Apóstoles de la Catedral de Valencia, vemos a los miembros del Tribunal de las Aguas, ataviados con los blusones negros clásicos, y a un alguacil que identificamos por la gorra oficial. Están rodeados de público.