La Estación de Sevilla es del año 1888, erigida en estilo neomudéjar, ligado por sus características al periodo almohade.
Recibe el nombre de Estación de Sevilla, por el final de trayecto de la línea férrea que unía Huelva con Sevilla.
Guillermo Sundheim eligió como constructores a los ingenieros Jaime Font y Escolá y Pedro Soto, quienes proyectaron un edificio con dos torreones laterales de mayor altura y volumen que el cuerpo central, que sobresale ligeramente hacia el exterior.