La estación formaba parte de la línea Zafra-Huelva, adjudicada primero a la Sociedad Sundheim, y Doetsch, y que fue inaugurada en 1889 por la Compañía del Ferrocarril Zafra-Huelva, su definitiva propietaria. Se construyó en el extrarradio de la población, por lo que alrededor de ella se desarrolló un nuevo foco de atracción urbanística.
El edificio que se conserva pertenece ahora a la Junta de Andalucía, puesto que la estación fue cerrada definitivamente en 1976.). Su estilo recuerda vagamente al neomudéjar y fueron construidas estas oficinas con motivo del IV Centenario del Descubrimiento. Fueron restauradas en 1987 por los arquitectos José Álvarez Checa y Ángel López Macías.