Con el fin de apreciar la forma y la diferencia de tamaño, encontramos una maqueta de la misma especie que la ballena varada (que mide 50 centímetros) y junto a ella la figura de una persona a la misma escala.
En la misma vitrina, hay una reproducción a tamaño real del ojo de la ballena (13 centímetros de diámetro) y a su lado, una sección del mismo.
En el ojo destaca su parte externa, denominada esclera, que en las ballenas es más gruesa y dura, como un hueso, y que protege a la retina como si fuera un cofre. La esclera, posiblemente protege la retina de los cambios de presión al nadar a grandes profundidades.
En humanos, la esclera, que es la parte blanca del ojo, solamente mide unos pocos milímetros y en la ballena 4 centímetros.
El cuerpo cavernoso es un tejido con la textura de una esponja que rodea al nervio óptico y que puede impulsar al ojo hacia el exterior para enfocar.
Maqueta de la ballena y de humano. Reproducción del ojo de la ballena a tamaño real y sección del mismo