Todo un símbolo de Madrid.
A finales del siglo XX se edificó una plaza entre la calle Preciados y Gran Vía que pronto se convirtió en uno de los lugares más frecuentados de Madrid: la Plaza de Callao. Uno de sus principales atractivos es que mantiene intactos los edificios que la vieron nacer, como el Palacio de la Prensa (1928), El Edificio Carrión (1933) o los míticos Cines Callo de Madrid (1927). Sin estos edificios no se podría entender la historia de la Plaza de Callao.
Presidida por el mítico cartel de Schweppes, la Plaza de Callao es la desembocadura de calles tan importantes en la historia de Madrid como Preciados, Calle del Carmen o Gran Vía. Todo esto, sumado al incesante ambiente que caracteriza a Callao, hacen que esta plaza sea todo un icono de Madrid y uno de sus lugares más representativos.
Para que os hagáis una idea, la Plaza del Callao es a Madrid lo que Trafalgar Square a Londres o Times Square a Nueva York, ¡todo un símbolo!
Visitar Madrid y no pasear por la Plaza del Callao es una opción que ningún turista debería contemplar. Se trata de una de las plazas con más historia y ambiente de la capital, tanto de día como de noche. ¡Siempre hay algo que ver en Callao!
Además, su estratégica ubicación al final de la Gran Vía y a muy pocos metros de la Puerta del Sol, hacen que Callao sea una parada indispensable en cualquier itinerario de Madrid. ¡Os encantará!