El 15 de diciembre de 1976 se ratifica la ley para la reforma política que pone punto final al régimen franquista y abre camino hacia las cortes constituyentes, lo cual hace que se inicie un proceso que culminará con la aprobación, por referéndum, de la Constitución, el 6 de diciembre de 1978.
La constitución de 1978 da lugar a un sistema democrático que se puede homologar con las otras democracias occidentales. Proclama los derechos fundamentales, las libertades públicas, la división de poderes, la soberanía popular y un estado social y democrático de derecho que adopta como reforma de gobierno la monarquía parlamentaria. La Constitución de 1978 reconoce plenamente las comunidades autónomas.
Con la creación de la Unión Europea, las Cortes Generales reformaron el artículo 13.2 para hacer posible que cualquier ciudadano de la Unión Europea, residente en el Estado español, tenga derecho a ser elegible en las elecciones municipales, de acuerdo con las exigencias del Tratado de Maastricht.
El “Passeig de la Constitució” ha tenido otras denominaciones anteriores como carrer José Antonio Primo de Rivera, Luis Sirval, Niceto Alcalá Zamora, Salvador Antón Torregrosa, Miguel Primo de Rivera y San Roque.
Este paseo, que ha sido remodelado y reconstituida su “puerta de entrada”, constituía un auténtico centro de reunión y de celebraciones festivas para el vecindario. Actualmente siguen transcurriendo desfiles de las fiestas de Moros y Cristianos.
Al principio del paseo podemos observar el Mural realizado por Eduardo Ripoll dónde se puede contemplar los árboles típicos de la Huerta de Alicante como son: el Algarrobo, el olivo, el almendro y la red de acequias del sistema de riego de la huerta, dónde podemos apreciar las acequias y los brazales de la huerta de Alicante.
Al final del paseo, entre la Avenida de España y la Avenida Gran Vía de Valencia podemos admirar el Monumento en recuerdo a Francisco Cebrián Cabezas, José Luis Jiménez Vargas y Víctor Manuel Puertas, las tres víctimas del atentado de ETA ocurrido el 16 de septiembre de 1991. La obra es del ceramista mutxamelero Carlos Ripoll. El monumento se compone de tres esculturas, una por persona, con sendos agujeros en forma de círculos. Estos huecos representan el vacío que dejaron las personas asesinadas en sus familias, amigos y en todos nosotros. Las piezas tienen varios símbolos como una paloma que representa la paz, un olivo porque es un árbol noble que siempre que se le corten las ramas vuelven a brotar, simbolizando que seguimos adelante a pesar de la desgracia ocurrida. Se aprecian tres hojas de almendro representadas en el escudo municipal.
En este paseo se sitúan la Casa de la Joventut y la Tourist Info Mutxamel.
Pueden ampliar la información turística en la web municipal www.turisme.mutxamel.org