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Convento de San Francisco

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Durante más de doscientos años constituyó un núcleo importante para Mutxamel, tanto en el plano espiritual como en el económico. En el año 1605 llegaron los Frailes Mínimos a Mutxamel estableciéndose provisionalmente en la ermita de Montserrat. Esta orden fundada bajo la advocación de San Francisco de Paula se trasladó con posterioridad al edificio que construyeron, y que sería su convento definitivo en la población hasta 1835 que fue afectado por la desamortización de Mendizábal.

 

En cuanto a su estructura, cabe destacar la fina figura de su torre campanario, así como las cúpulas que cubren el altar mayor del edificio. La situación privilegiada en el centenario camí “La Rula”, lo convertía en parada obligatoria de las procesiones de rogativa destinadas a pedir agua. Su entorno, calles y plaza, recientemente restaurada, forman parte importante de la vida social y religiosa de esta villa. Si bien, en la actualidad, ya no acoge a ninguna congregación, siendo su función central la de oficiar misa.

 

El “Carrer Sant Francesc” adoptó el nombre de la ubicación del convento de Frailes Mínimos.

 

En el año 1867 el ingeniero Jorge Adams, elaboró el Proyecto de Construcción de Aguas Potables en la Villa de Mutxamel. En el plano de este documento se aprecia un pueblo agrupado alrededor de la “Sèquia Major” comunicado por una red de caminos locales con otras poblaciones cercanas. Las calles que conformaban este bloque urbano en el último tercio del siglo diecinueve eran: Carrer Sant Francesc, San Vicent, del Convent, Sol, Soledat, Sant Roc, Plaça de la Constitució, Major, De los Árboles, Carniceria, Iglesia, Fossar, Plaça Nova, Mar, San Antonio y San Isidro además de Pole Nou, El Ravalet y el Carreró.

 

Vista de la fachada principal, con santo, escudo y torre campanario.

 

Vista del interior con Altar e imagen del santo.

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