PLAYAS Y BAÑOS
La costumbre de los baños de mar que se extendió entre las clases adineradas desde mediados del siglo XIX, atrajo hacia las playas de Getxo un creciente número de visitantes que transformaron la vida local y crearon nuevas oportunidades de trabajo.
Aunque ya existía una tradición popular de baños en la playa de Arrigunaga, el espacio turístico por excelencia era la playa de Ereaga (que significa arenal en euskera), sobre todo desde que, a finales del siglo XIX, desaparece la playa de Las Arenas como consecuencia de la construcción del puerto exterior.
Y es aquí donde, en 1887 se construye el primer balneario, denominado “La Perla”. Era un edificio montado sobre pies de madera, totalmente abierto en planta que, ante la creciente demanda debida a la desaparición del Establecimiento de Baños de Las Arenas, resultó pronto insuficiente. Así, en 1912 se inaugura el Balneario de Igeretxe (literalmente, casa de nadar), que se convirtió en testigo del baño terapéutico como práctica rígidamente codificada: hora, duración, lugar, número de baños…, todo ello bajo previa prescripción médica.
Pero además de lugar de recreo, antiguamente los y las habitantes de la localidad accedían a las playas y rocas para hacer acopio de algas para abono de huertas, “zaborra” –restos de carbón de los Altos Hornos– para el fuego del hogar o recoger restos de naufragios para intentar llevar una vida mejor.