En esta gran plaza nos encontramos con uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad: el Ayuntamiento de Benidorm.
Diseñado por José Luis Camarasa, arquitecto municipal y el equipo de arquitectura del Ayuntamiento, se inaugura en 2003 para albergar distintas dependencias municipales y cierra de forma original la cabecera de este gran parque.
Este edificio, tendido horizontalmente y alzado sobre el suelo, rompe con la imagen de verticalidad de una ciudad de rascacielos que reúne alguna de las construcciones más altas de España, y dota a la plaza donde se encuentra del protagonismo que corresponde a su carácter de sede del gobierno municipal.
El edificio ya ha sido calificado como símbolo arquitectónico de Benidorm, de hecho apenas unas semanas después de su inauguración recibía uno de los premios más prestigiosos como el FAD o Construmat.
Se levanta a modo de puente de entrada al parque, como un gran contenedor rectangular de más de 14.000 metros cuadrados, de casi 100 metros de largo y 13 de alto que descansa sobre cuatro únicos pilares.
Otra de las características que también llama la atención es la fachada principal que la conforma unos paneles de cristal grabados con los nombres y apellidos de los más de 60.000 personas censadas en la población en el año que acabó su construcción.
El proceso de construcción fue en ocasiones espectacular al necesitar unas potentes grúas para instalar las enormes estructuras de acero que conforman su esqueleto. De hecho, la colocación de la estructura metálica horizontal del edificio se convirtió en un acontecimiento suscitando una gran expectación no sólo entre vecinos y turistas, sino entre profesionales y estudiantes de arquitectura e ingeniería.