El Palacio de la Almudaina, ubicado justo al lado de la Catedral, es sin duda uno de los espacios más visitados de Palma. Actualmente es una de las residencias de la Familia Real Española, por lo que el término ‘palacio’ le define no solo por su belleza arquitectónica, sino por su funcionalidad. Además, se trata de un edificio que atestigua la historia de la ciudad: es de origen romano, fue modificado por el reino musulmán y luego adaptado como alcázar.
Aunque hay partes del palacio cerradas al público, hay otras que son visitables y constituyen un regalo para los sentidos: el patio de armas, la capilla gótica de Santa Anna, los baños de la época islámica y las terrazas, con vistas privilegiadas al mar y la bahía de Palma. En resumen... un palacio real.