La construcción del Rompeolas y el inicio del puerto exterior a finales del siglo XIX, tuvo una gran influencia en la transformación de Santurtzi. Así, algunas zonas de la franja costera fueron desapareciendo y en ese terreno ganado al mar se encuentran hoy, el Puerto Pesquero, la Casa de Venta de pescado (Cofradía de pescadores), obra de Emiliano Pagazaurtundua de 1916, el Parque, el Polideportivo Mikel Trueba y el Paseo Marítimo Reina Victoria.
El Puerto y la Cofradía de Pescadores, aunque con un menor número de lanchas, conservan su imagen singular de otro tiempo. A diario nuestros arrantzales descargan pescado fresco de temporada, que se puede adquirir en la misma lonja, abierta, cada mañana, siempre que la mar les haya permitido salir.
La casa de venta de pescado fue restaurada en 2011, alberga además de la lonja, el tradicional restaurante El Hogar del pescador, la Oficina de Turismo y la sala de subastas, donde periódicamente se organizan subastas de pescado teatralizadas.
Este edificio alberga el Centro de interpretación Santurtzi Itsasoa Museoa. Abierto a diario, muestra un completo recorrido por la historia marítima de Santurtzi. Un espacio único, donde se obtiene una visión integral de la evolución y transformación del espacio marítimo del Abra, puerta de entrada a la principal arteria fluvial de Bilbao y Bizkaia: la ría del Ibaizabal-Nervión.
En el muelle podemos ver la obra del artista local Jon Mao. Se trata de mosaicos dedicados a los bogadores y a las rederas, figuras relevantes en la historia de Santurtzi.
Otro de los elementos que podemos encontrar en el espigón del puerto pesquero, es la grúa de mano, construida en 1919, un magnífico testimonio de nuestro, a menudo olvidado, patrimonio industrial. En su entorno fue instalado el “Monumento a los niños y niñas de la guerra”, que explicamos en el siguiente punto.