El 18 de noviembre de 2022 se inauguró el conjunto escultórico que representa a un niño y una niña antes de partir al exilio y se suma al mosaico, instalado el 10 de octubre de 2006, con los que el Ayuntamiento de Santurtzi, pretende mantener viva la memoria de los conocimos como niños y niñas de la guerra que salieron desde el Puerto de Bilbao, Santurtzi, huyendo de los horrores de la guerra. Fue la primera vez en la historia que ante un conflicto bélico se evacuó a la población civil, principalmente menores. Las expediciones las organizó el departamento de Asistencia Social del Gobierno Vasco durante los meses de mayo y junio de 1937, excepto la del 13 de junio respaldada por Socorro Rojo Internacional y por el partido comunista de la Unión Soviética.
Con el inicio de la ofensiva fascista sobre Bizkaia serán numerosas las localidades bombardeadas indiscriminadamente por la aviación nazi, la Legión Cóndor. La conmoción provocada por el bombardeo de Gernika el 26 de abril de 1937 dio el impulso definitivo para la organización de la evacuación a gran escala de la población civil. Para ello, fue imprescindible el apoyo de Gran Bretaña y de Francia, ya que la armada franquista se oponía a dicho proyecto. Francia se comprometió a acoger a los refugiados en su territorio y la armada británica a escoltar las expediciones. El apoyo de ambas potencias y la implicación activa de la Royal Navy provocó una colérica reacción de las autoridades franquistas que consideraron esta acción una injerencia extranjera intolerable. Incluso amenazaron con hundir los barcos que salieran del puerto de Bilbao (Santurtzi) con refugiados.
El Gobierno de Euskadi, contó para las expediciones con el trasatlántico Habana que había sido requisado con la intención de convertirlo en un barco hospital. Diversos buques mercantes con bandera republicana, británica y francesa también ayudaron a evacuar a la población. Así como el Goizeko-Izarra, yate de recreo de Ramón de la Sota. Los puertos de destino de estas expediciones fueron Pauillac, cerca de Burdeos y La Pallice, en La Rochelle. Dejando San Juan de Luz y Baiona reservados para casos urgentes.
Las expediciones más importantes salieron desde Santurtzi y estaban integradas mayoritariamente por menores, aunque no exclusivamente. La primera evacuación zarpó desde aquí el 6 de mayo de 1937 con 2.483 refugiados a bordo del Habana hacia La Rochelle. El 9 de mayo, tres mercantes franceses (Carimare, Châteu-Palmer y Margaux) que habían llegado el día anterior con varias toneladas de víveres y provisiones retornaron a tierras galas con 2.000 evacuados, pertenecientes a familias acomodadas que habían costeado su propio pasaje. El 21 de mayo partió de Santurtzi la única expedición con destino a Gran Bretaña formada por 3.861 menores a bordo del Habana. En junio, los días 1 y 6, con el frente avanzando sobre Bilbao el Habana, trasladó a 3.728 y 4.251 personas respectivamente. El 10 y el 13 de junio el Goizeko-Izarra evacuó a los 270 menores hospitalizados en el Sanatorio de Gorliz. El día 13 fue la última y más numerosa evacuación, partieron 4.500 menores en el Habana hacia La Rochelle; un trasbordo al vapor francés Sontay condujo a 1.600 de ellos hasta la URSS, llegaron una semana después a Leningrado.
En la memoria de los santurtziarras ha quedado también la huida de los destructores republicanos Ciscar y José Luis Díez el 15 de junio. Este último estuvo tanto tiempo atracado en el puerto sin salir a navegar que los vecinos lo llamaron Pepe, el del puerto.