Su diseño intenta evocar el Parque Güell de Gaudí de Barcelona. Está equipado con lagos, fuentes ornamentales, templete de música, mirador y juegos infantiles. Entre todo, destaca la fuente dedicada a la Sardana, situada en la plaza superior, en la que esculturas enlazadas por las manos parecen moverse al ritmo tradicional de la música catalana.