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6B. La Luna

La Luna es el único satélite natural de nuestro planeta y el quinto más grande del sistema solar. La hipótesis más aceptada para explicar su origen es la Teoría del Gran Impacto. Según esta teoría, un protoplaneta llamado Theia, del tamaño de Marte, colisionó con la joven Tierra hace unos 4.500 millones de años. Como resultado de la colisión se creó una gran nube de fragmentos. La gravedad terrestre atrapó parte de los fragmentos, pero muchos quedaron orbitando sus cercanías y fueron fusionándose durante millones de años hasta formar el satélite natural que hoy llamamos Luna.

 

Se cree que, al principio, la Luna se encontraba mucho más cerca de la Tierra y que a lo largo del tiempo se ha ido separando. Hoy sabemos que la Luna se aleja de la Tierra a un ritmo de aproximadamente 3,8 centímetros al año. 

 

El diámetro de la Luna es aproximadamente una cuarta parte del terrestre y su gravedad es mucho menor, una persona de 53 kilos pesaría tan solo 9 kilos en la Luna. 

 

La gravedad es demasiado débil para mantener un manto de gas por lo que la Luna prácticamente no posee atmósfera. Ello facilita que cualquier roca espacial pueda golpear contra su superficie ya que no se desintegra cruzando la atmósfera, como sucede en la Tierra. Al golpear la superficie, produce un cráter, como el que se puede apreciar en la impresión 3D que encontrará en la tarima. Una curiosidad de los cráteres lunares, a diferencia de los que impactan en la Tierra, es que su huella permanece intacta debido a que no existe erosión por agua o viento.

 

Le invitamos a recorrer con sus manos la representación detallada de la geología lunar en la esfera que hay sobre la tarima. En su superficie se aprecian montañas, cordilleras, o regiones oscuras que en un principio se confundieron con agua y que, desde entonces, se denominan mares. Entre ellos, el Mar de la Serenidad, el Mar de la Tranquilidad, el Mar de la Fertilidad, el Mar de la Crisis, el Mar de la Lluvia, o el gigante Océano de las Tormentas.

 

Si observa con detenimiento nuestro satélite en días de luna llena, se dará cuenta de que siempre muestra la misma cara, esto se debe a que las fuerzas de gravedad entre la Tierra y la Luna han frenado la rotación de la Luna, de modo que tarda el mismo tiempo en dar una vuelta sobre sí misma que en torno a la Tierra, unos 28 días. 

 

Una de las consecuencias del complejo sistema gravitatorio entre la Tierra, la Luna y el Sol, es que el agua de la Tierra se desplaza ligeramente y como resultado se producen las mareas.

 

Estos modelos han sido desarrollados por el Planetario de Medellín y Parque Explora en Colombia, con la colaboración del Giant Magellan Telescope y la Unión Astronómica Internacional.

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