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2. Centaurea pinnata

Pau ex Vicioso
Centaurea del Ibérico

Especie de la familia de las compuestas, fue descubierta por el botánico Carlos Pau, quien le envió una carta a su discípulo, el farmacéutico Benito Vicioso, en la que describía la misma, para que la publicara en 1906. Generosidad del maestro, que el discípulo reconoce y agradece.

Distribución
Endemismo del Sistema Ibérico, donde se encuentra en poblaciones más o menos continuas. Habita en el noroeste de España, en la confluencia de las provincias de Zaragoza, Teruel y Guadalajara.

Hábitat
Vive en matorrales a 500 y 1200 metros de altitud. En sustratos silíceos, arcillosos e incluso yesosos, rara vez en terrenos calcáreos, sobre afloramientos rocosos, claros de bosque, bordes de pistas y arcenes de carreteras. Tiene una gran capacidad colonizadora que le permite ocupar terrenos alterados. Florece durante los meses de junio y julio, y cada individuo produce sobre una docena de capítulos, con una media de 24 semillas que se dispersan a corta distancia por hormigas o arrastradas por el agua. Las semillas suelen germinar en otoño. 

Conservación
Se han contabilizado 19 núcleos poblacionales sin grandes distancias de separación entre ellos, por lo que se ha llegado a considerar como una sola población. Las principales amenazas son la competencia con la vegetación natural, las actividades agrícolas y ganaderas, la minería y la cantería. Existen semillas depositadas en distintos bancos de germoplasma españoles.

Descripción de las imágenes
Los frutos de Centaurea citricolor se denominan aquenios y se disponen sobre la inflorescencia, llamada capítulo, que cuando madura se abre para facilitar la dispersión.
La imagen de microscopio óptico muestra un detalle del ápice del fruto o aquenio, con una doble corona de pelos escamosos, que corresponde a lo que llamamos vilano. El vilano externo presenta varias filas de escamas desiguales, lineales y serradas, y el vilano interno presenta una fila de escamas más cortas, lisas y solo laceradas o serradas en el ápice. Además, se aprecia una densa pilosidad en la superficie amarillenta del aquenio. 


La imagen de microscopio electrónico muestra un aquenio completo con vilano, y cuya superficie es pilosa y reticulada. Tiene aspecto cuneiforme, y presenta una cicatriz de inserción cóncava, donde se encuentra un arilo funicular, llamado también eleosoma, que ayuda a su dispersión mediada por los insectos.
 

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